Crítica "No te preocupes querida": Un quiero y no puedo

 


Pero que tramposa eres. "No te preocupes querida", un cruce entre El show de Truman, Matrix y Déjame salir, pero sin tener, obviamente, la magia de la cinta de Peter Weir, ni la filosofía y el descaro de la obra de las hermanas Wachowski, ni la contundencia de la de Jordan Peele. Un quiero y no puedo en toda regla. Una cinta pretenciosa, con múltiples fallos y vacía por dentro. La recordaré más por sus líos y salseos de su rodaje, que por ella misma.

    Obviamente, van a haber spoilers. Necesito destripar esto a gusto.


Ficha técnica y sinopsis

Título original: Don't Worry Darling (2022) Estados Unidos
Duración: 122 min
Dirección: Olivia Wilde
Guion: Katie Silberman, Carey Van Dyke, Shane Van Dyke
Reparto: Florence Pugh, Harry Styles, Olivia Wilde, Chris Pine, Gemma Chan, Kiki Layne, Nick Kroll, Douglas Smith, Kate Berlant.
Productora: New Line Cinema, Vértigo Entertainment Distribuidora: Warner Bros
Género: Thriller. Drama. Intriga

Sinopsis: Alice y Jack tienen la suerte de vivir en la comunidad de Victoria, una ciudad experimental creada por una compañía en donde los hombres que trabajan para el proyecto Victoria, viven con sus familias. Pero cuando empiezan a aparecer grietas en su idílica vida, exponiendo destellos de algo mucho más siniestro que se esconde bajo la atractiva fachada, Alice no puede evitar cuestionarse qué están haciendo en Victoria, y por qué.

    ¿Por dónde empiezo? Acabé la película desilusionado y convencido de que podría haber sido una gran película, si se hubiesen hecho las cosas bien. Después, pensé más en ella y acabé cabreado. Pretenciosa y pedante, describiría a la película (y a la directora), intentando una y otra vez remarcar su mensaje sin éxito, como cuando repites una mentira muchas veces hasta que haces creer que es cierta. Pues lo mismo ocurre aquí. ¡Qué sí! Que nos ha quedado claro lo que nos quieres decir, tu mensaje feminista y todas esas vainas están muy bien. El problema viene cuando lo quieres hacer de la manera menos sutil posible, remarcándolo hasta la saciedad, y sin darle ninguna justificación y explicación a lo sucedido. Simplemente por querer alardear y presumir. De mal gusto, vaya.



    Cuánto más pienso en ella, más fallos y agujeros saco (no sabemos si son despistes o si fueron un intento más de llamar la atención) Empecemos con su horroroso y desquiciante montaje. ¿Cuántas veces nos vas a poner el plano del desayuno con huevos y tostadas con bacon? ¿O lo que querías era recalcar que nos encontramos en una sociedad ambientada en los años 50, y por tanto, lo que nos quieres decir es que la familia americana de los años 50 era lo único que desayunaba? Porque con la decoración, los vestidos, los coches, y la cansina música de Spotify eran suficientes para darnos cuenta de que EFECTIVAMENTE estamos en los años 50. Elemental, mi querido Watson.
    
    Por otro lado: ¿Qué nos querías decir con el supuesto avión rojo? ¿Era un producto de la imaginación de Alice? ¿Era Tom Cruise entrenando para las escenas de acción de Top Gun
¡Ah! Que era una metáfora del juguete que lleva el hijo de Margaret en su fallida incursión al desierto, entiendo. Entonces es que soy demasiado idiota para entender tus magníficas y exquisitas metáforas, perdóneme Olivia, no soy apto.

    Por cierto, los tíos esos de rojo que aparecían de repente, debajo de un arbusto o detrás de una columna, soy yo ¿o se parecían demasiado a los del Juego del calamar? ¿Qué se supone que hacían? ¿Por qué surgían de repente de entre las paredes? ¡Qué miedo! Cogían, te raptaban y te llevaban al manicomio de Shutter Island que, gracias a Dios, estaba al lado de todo el set de grabación, te enchufaban cuatro latigazos eléctricos y ala, como nueva. 
Olivia, ¿y si esos tíos de rojo lo único que querían era ser libres?, ¿y si lo único que quería esa pobre gente era jugar virtualmente a los Sims y encerrarse en el baño hasta que su avatar muera y aparezca la muerte para llevarse su cadáver? No has pensado en esa pobre gente. Bueno, en verdad no has pensado casi nada. Déjame a mí, que yo les doy un contexto y una razón para vivir.

    Esa cara puse al terminar de verla.


    Por el bien de mi salud mental voy a terminar ya esta crítica. Muy predecible todo, desde el minuto cuarenta ya sabía por dónde quería ir. Las interpretaciones, salvo Florence, que es la única que parece que se tomó en serio la película, son horribles.
La resolución es vaga y confusa. ¿Me estás diciendo que el tío en la vida real, en vez de ayudar a su querida esposa a rebajar su nivel de estrés del trabajo, y con el miedo de que le deje, la única solución que se te ocurre es dormirla, meterla en contra de su voluntad en un mundo virtual, engañándola, y humedeciéndole la boca cada tres horas para que no esté incómoda? Si tratamos de pensar un poco en lo que nos quiere contar, nos damos cuenta que es todo una sarta de estupideces. No veo ninguna justificación lógica para elogiar esta película.

    La fotografía no está mal, es el mismo director de fotografía de Cisne negro y Mother!, pero he leído alabanzas sobre la dirección de Wilde, déjame decirte que no. Perezosa, sería la palabra que lo resumiría. No sabe concluir en ningún momento, un final anticlimático, personajes planos, ninguna sub-trama que los desarrolle. Podría seguir, ya que hay mucho más, pero he decidido que voy a hacer esta crítica invirtiendo el mismo tiempo que empleó Olivia Wilde en pensar esta película: lo que dura Rayo McQueen en dar una vuelta completa en la copa Pistón. 

Valoración final: 5,5/10


Así fue cómo festejé cuando acabó.

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