Crítica "Poker Face": ¡Viva el ego de Russell Crowe!
Este es el segundo largometraje de Russell Crowe como director, tras El maestro del agua en 2014, y creo que será recordada, no como buena película, sino por el egocentrismo que tiene este. ¡Qué tío! Ha hecho una película que sirve como homenaje suyo para sí mismo, ya que nadie la iba a producir pues ha decidido que la haría él mismo. Dirigida por Russell Crowe, escrita por Russell Crowe, pensada por Russell Crowe y hecha para el disfrute de Russell Crowe. Tremendo.
También te digo, te perdonamos Crowe, eres una leyenda del cine. Si quieres auto-homenajearte , recreándote en sí mismo una y otra vez, y deleitándote contigo mismo, no seré yo quién te juzgue. Si yo fuese tú, si hubiese interpretado al grandioso Máximo Décimo Meridio, hubiera hecho lo mismo, para qué engañarnos.
13 de Enero en cines.
Ficha técnica y sinopsis
Título original: Poker Face (2022) Estados UnidosDuración: 94minDirección: Russell CroweGuion: Stephen M. Coates, Russell CroweReparto: Russell Crowe, Liam Hemsworth, RZA, Elsa Pataky, Jack Thompson, Daniel MacPherson, Benedict Hardie, Steve Bastoni, Zack GrechProductora: Coproducción EEUU-Australia-Reino Unido, Arclight Films, FAE Films and Television, Scarlett Pictures, Rebellion Studios, Alceon Entertainment, Catchlight Studios, Hamilton Entertainment, JBH Entertainment, Screen Media Films Distribuidora: Vértice cine Género: Thriller. Suspense. Acción
Sinopsis: El multimillonario jugador de póquer, Jake Foley (Russell Crowe) les brinda a sus mejores amigos la oportunidad de ganar más dinero del que jamás hayan soñado, en una noche que nunca olvidarán. Pero para jugar, tendrán que revelar algunos de sus secretos más oscuros, y a medida que avance la noche, descubrirán el motivo real por el que participan.
Crowe regresa a la dirección con Poker Face, y siendo sinceros, esperaba mucho más. La película me ha entretenido sus 90 min que dura, se hace ligera, pero no da para mucho más. Es un batiburrillo de ideas inconexas, de géneros que van y vienen, de personajes planos que no se profundizan en ellos demasiado, no vaya a ser que haya que pensar en demasía, y un claro problema narcisista. Pero no puedo decir que no me haya gustado. Es una película sencilla para fans de Russell Crowe. Ya está.
Apenas se profundiza en los personajes y en la historia principal. Russell hace de Jake Foley, un multimillonario excéntrico que ha hecho su fortuna a través de las apuestas y el póker. El pretexto de la historia es organizar una partida con sus mejores amigos de la infancia, apostando grandes sumas de dinero, y a la vez planear una pequeña trampa para que estos revelen sus secretos más oscuros. Os lo voy ahorrando: no hay nada interesante que revelar. El macguffin es absurdísimo, ya que, finalmente, nada tiene que ver con el plan inicial, y justo en el tercer acto cambian de género y se convierte en una película de acción, cuando unos mangantes (algo ridículos) entran en su casa para robarle. Una falla muy importante a mi parecer, puesto que se pasa toda la primera mitad de la película manteniendo un suspense y una intriga que luego no es lo que parece. Pretencioso a mi modo de ver.
No obstante, la película aborda temas reflexivos (muy por encima), como son: el miedo a la muerte, la amistad, la pérdida y la soledad. El hecho de cómo al enfrentarnos a la muerte, una persona puede cambiar por completo y realizar ese acto de redención, que tan necesario es. Como digo, se debería haber elaborado más y mejor. Una pena, porque podría haber sido un notable thriller y solo se quedará en un suficiente.
No hay mucho más que decir sobre la película. Es un producto sencillo, sin riesgos, con decisiones muy mal planteadas y llevadas, tanto a nivel de montaje, como de guion, e interpretaciones justitas. En cambio, y para mi sorpresa, está bien dirigida. Toda la estética artística, los escenarios tan excéntricos como la casa, como el propio personaje, están muy bien rematados y escenificados. Su problema no es ese, lo tiene su escritura. Como he dicho, es una película sencilla que gustará al público general y que no aburrirá, dado que pasan cosas constantemente, aunque desde un punto de vista más crítico, deberían haber pasado más y mejores. Una película para dejarse llevar y pasar unos agradables noventa minutos, pero no pretendas hacer una tesis doctoral de esta película. A no ser que quieras que te echen de la institución. En ese caso puedes hablar sin problema del increíble registro interpretativo que maneja Crowe en esta película, poniendo todo el rato cara de póquer en todas sus escenas. Cara de póquer. ¿Lo pillas? En fin.
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